This is it ha lanzado el que se presupone definitivo capítulo de la serie. Mientras que la estructura de los cuatro primeros episodios poseía un marcado patrón de canciones con un fondo temático 'educativo' como la creatividad, el tiempo, el amor y el uso de internet desembocando en grotescas consecuencias para los tres protagonistas, los dos últimos han decidido centrarse en ese universo interno en el que se desarrolla la trama, arrojando por la ventana toda sutileza. Eso sí, puede aventurarse que se mantiene un tema en las dos últimas ediciones, de forma más discutida: realidad y sueños, lo cual encajaría con alguna de las proposiciones que quieren adjudicarse el tema central.
Muy entretenido resulta ver como a falta de una resolución completamente clara, las teorías que se proponen resultan un reflejo de las creencias que sostienen los videntes. Una conspiración para adoctrinar a distintas generaciones, experimentos sobre los que se comprueba la mejor forma de plantar conocimientos y mensajes sin llegar a la rotura mental, un padre dando su visión del mundo a su hijo y protegiéndole de los tópicos más conflictivos, un programa de televisión que cada generación recuerda con ternura por ser EL elemento definitorio de sus infancias, a pesar de volverse más simple con cada generación, ser la misma regurgitación, y de que cada uno de los personajes se da cuenta a su propia manera de lo que realmente es, como una niña que sabe que los cantantes pop son falsas personas ideadas para sostener una industria pero sigue indulgiéndose en sus productos, o como el que descubre la auténtica naturaleza del negocio de los deportes pero continúa sintonizándolos cada semana. La liberación nunca es completa, pues el aburrimiento existencial impulsa desde al más tarugo hasta al más iluminado a seguir el juego de las distracciones sociales, tan faltas de propósito como son. Estos, de llegar a la industria, plantarán sus preferencias y medias verdades en la siguiente generación, como simbolizarían los colores finales, los favoritos del trío protagonista de la saga.
La conclusión ha dejado abiertas estas puertas de par en par, sin duda a deseo de los propios productores.
https://www.youtube.com/watch?v=dbL-NSkXnl8
Por cierto, al Coronel le gustaba la Torre Oscura, ¿verdad? Este final le va a hacer gracia
Muy entretenido resulta ver como a falta de una resolución completamente clara, las teorías que se proponen resultan un reflejo de las creencias que sostienen los videntes. Una conspiración para adoctrinar a distintas generaciones, experimentos sobre los que se comprueba la mejor forma de plantar conocimientos y mensajes sin llegar a la rotura mental, un padre dando su visión del mundo a su hijo y protegiéndole de los tópicos más conflictivos, un programa de televisión que cada generación recuerda con ternura por ser EL elemento definitorio de sus infancias, a pesar de volverse más simple con cada generación, ser la misma regurgitación, y de que cada uno de los personajes se da cuenta a su propia manera de lo que realmente es, como una niña que sabe que los cantantes pop son falsas personas ideadas para sostener una industria pero sigue indulgiéndose en sus productos, o como el que descubre la auténtica naturaleza del negocio de los deportes pero continúa sintonizándolos cada semana. La liberación nunca es completa, pues el aburrimiento existencial impulsa desde al más tarugo hasta al más iluminado a seguir el juego de las distracciones sociales, tan faltas de propósito como son. Estos, de llegar a la industria, plantarán sus preferencias y medias verdades en la siguiente generación, como simbolizarían los colores finales, los favoritos del trío protagonista de la saga.
La conclusión ha dejado abiertas estas puertas de par en par, sin duda a deseo de los propios productores.
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Por cierto, al Coronel le gustaba la Torre Oscura, ¿verdad? Este final le va a hacer gracia
